jueves, 21 de agosto de 2008

¡EL GRAN VIAJE! Acompañando al alma a bien morir

Abriendo la página de cualquier periódico, notamos que las grandes noticias siempre giran en torno a la muerte. "Si no hay muerte y sangre no vendemos" dicen en un tono cínico mis amigos periodistas. Y si le buscas un poquito y cambias de medio de información, puedes encontrarte un acercamiento todavìa más enfermizo a la muerte. Por ejemplo, tras el avionazo de ayer en Madrid, puedes ver en la red videos en los que siguen con la càmara a los familiares de los fallecidos cuando van llegando al aeropuerto. Què mánera tan sádica de vender noticias! ¿Cuándo perdieron sensibilidad? Y, lo peor es que nos van volviendo insensibles también a nosotros.
Pues bien, es cierto que la muerte nos acompaña todos los dìas, pero ¿sabemos nosotros acompañar al que muere? Vamos a hablar de algunos puntos esenciales:
FRENTE A LA MUERTE POR ENFERMEDAD
Cuando alguien se va de este plano tras una enfermedad,tanto él como sus seres queridos han tenido tiempo de medio digerir la idea. Por lo menos, ésta deja de venir como un shock brutal. Sin embargo, no por ello se aprovecha el valioso tiempo de agonía (´sí, dije valioso) para apoyar al que se va en su nuevo viaje. Estas son algunas de las cosas en las que puedes ayudarle.
1. Ayúdale a no estar PREOCUPADO por lo que deja atrás. Ayùdale a cerrar sus asuntos pendientes, desde los económicos y legales hasta el dejar a su mascota con alguien confiable. Si le permites confiar en ti para resolver los asuntos pendientes de su vida, comenzará a sentirse TRANQUILO.
2. Invítalo a que cierre sus asuntos emocionales, aún los que más haya temido: acompáñalo a decir todo aquello que no ha dicho, a lavar viejos enojos, a expresar amores callados o a expresar abiertamente lo que lleva dentro. Anímalo a sacar sus culpas y remordimientos contigo, con un guía espiritual o con las personas convenientes. En la medida que haga consciente lo que traía guardado y lo saque , le resultará más sencilla la revisión de su vida, cuando esté cruzando hacia el otro lado. (Te recomiendo que leas a Kenneth Ring).
3. Construye para él un ambiente agradable: que escoja la posición de la cama, la luz y ventilación que desea, la música y los objetos de los que desee rodearse. Permítele recordar que es el dueño de su vida, aunque sea en estos instantes.
4. No dejes de recordarle sus logros y las cosas buenas que está dejando. RECUÉRDALE CUÁNTO LO AMAN. E invítalo a perdonar a quienes le han dañado, pero sobre todo, a perdonarse a si mismo.
5. Acércale símbolos que lo conecten con su espíritu, recuérdale a menudo que lo más importante ahora es su conexión con su esencia, con el todo, con Dios. Invítalo a cantar, a orar y a meditar.
6.LO MÀS IMPORTANTE: Transmítele que solamente está viviendo una transición en su largo camino como espíritu. Ayúdalo a NO TENER MIEDO y a empezar su viaje de la manera màs CONSCIENTE QUE PUEDA. Cuando se acerque el momento, dile que busque, en todo momento, la LUZ. La Luz, el Dios, el Todo , serán sus guías a partir del momento en que deje de escuchar tu voz. El´oído es el último de los sentidos que se pierde. Deja que tu voz lo acompañe hasta el umbral, para que la Luz lo guíe de ahí en adelante.
Namaste.

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