martes, 5 de enero de 2010

AMAR A LOS QUE SON CRUELES

Mi amiga Sylvia me envió ayer una invitación en Facebook a unir mi firma a la causa "Detén la crueldad hacia los animales". En esa invitación aparecía la foto de un perro seriamente lastimado, junto con una frase que decía "El que golpea a un animal merece ser golpeado". La foto me causó mucho enojo, y de inmediato me alié con esa frase. Por supuesto que una parte de mi sintió el deseo de castigar a los verdugos de esos seres inocentes, psicópatas enfermos que se desquitan con las criaturas pequeñas y frágiles. Sin embargo, mi enojo después dio lugar a un pensamiento diferente...¿Acaso la raíz de su violencia no está en la falta de amor? ¿Y quien puede darles el amor que necesitan? ¿Yo? No, por favor, seamos francos, apenas logro luchar contra la impotencia y la rabia que me producen. Entonces, ¿qué puedo hacer? Empecé a meditar y me imaginé que el Amor infinito de Dios les inundaba el corazón. Los visualicé iluminados, enamorados de Dios, tan enamorados como Rumi o San Juan de la Cruz, locos por Dios, amantes de la vida! En mi meditación, imaginé que la Gracia llegaba a todos aquellos que han hecho daño: a los hombres golpeadores, a quienes agreden a los niños, a quienes ponen minas, y a quienes torturan animales. Visualicé que se iluminaban como Pablo de Tarso, que veían de golpe la Realidad, y pedí por ellos...mi meditación se transformó en oración...pedí la Conciencia para todos ellos, pues solamente el Amor incondicional, el Amor de Dios, la Gran Compasión puede transformar la crueldad de su corazón. Tú y yo hemos tenido probadas del Amor Infinito, y sabemos cómo ha cambiado nuestra visión del mundo y nos ha transformado la vida. Sabemos también, que después de haber recibido tanto amor, hemos empezado a amar como la única alternativa de vida posible...¿por qué no pedir esos momentos cumbre para que sane de raíz el corazón de aquellos seres que solo conocen la crueldad? Si tu corazón está de acuerdo, te invito a que tu siguiente meditación la ofrezcas para la Iluminación de todos ellos. Namaste.

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