lunes, 5 de noviembre de 2007

Espiritualidad para comodinos. Meditar sin salir de tu sillón

Cuando inicié mi camino espiritual ,pensé que tendría que adoptar, literalmente, hábitos de monje: ayunar, levantarme de madrugada, tomar tés de hierbas y comer lechuga. Los libros de meditación así lo decían y yo, en el fondo , también así lo creía. Estaba (y estoy) de acuerdo con la importancia de la disciplina para alcanzar la Liberación. Sin embargo, para ser honestos, yo no daba el perfil. Indisciplinada y caótica , la promesa del Nirvana no parecía ser lo suficientemente fuerte como para convencerme de despertar (y mantenerme despierta) cada mañana antes que el sol. Así las cosas, (si Mahoma no va a la meditación,la meditación tendrá que ir a Mahoma) comencé a meditar de una manera más "light", como la maestra del kinder que te sonríe y te hace creer que durante toda tu vida escolar vas a cantar y a jugar con plastilina, como la zanahoria delante del caballo.
Comencé a meditar por el camino del Amor,antes de conocer la disciplina y la perseverancia. Sin salir de mi sillón, sin tomármelo muy a pecho, para que no despertara mi Yo rebelde y me quisiera boicotear todo.
Si te ha pasado algo similar, aquí te van unos pequeños trucos para engañar al Ego rebelde e indisciplinado que tal vez, solamente tal vez, viva dentro de ti:
No te salgas del sillón, solamente cierra tus ojos, pon tu espalda recta, respira profundamente y entra a este link: http://www.youtube.com/watch?v=p5n57OSe8tw
La música de Kitaro fue una de las primeras "zanahorias" que me llevaron a mi interior casi sin darme cuenta. Con Kitaro descubrí la vibración de mi cuerpo, la fuerza de mi campo de energía, la apertura del chakra de mi corazón, la fuerza de la vida.
Te invito a que pruebes, ya seguiremos platicando

2 comentarios:

MMM dijo...

Doctora, me da gusto que exista una persona que explique de forma concisa y sencilla para nosotros los comodinos como poder meditar, le pido que continue proporcionandonos técnicas prácticas para meditar.
Saludos

Karuna Psicoterapia dijo...

Claro que sí, amiga comodina espiritual. Te dedicaré la siguiente nota que escribiré en este instante